CASO 3: AISLAMIENTO EN EL GRUPO DE CLASE.
INFORME
PRELIMINAR.
Según el informe se trata de un grupo de 29 alumnos
de 12 años de los cuales unas 10 son niñas. Por la edad son estudiantes de 1º
de ESO. De las cuestiones sobre el ambiente en el grupo se desprende que una
gran mayoría de alumnos se siente a gusto en la clase y considera que hay
buenas condiciones para que sea fácil estudiar. Igualmente hay un gran número
de alumnos que reconocen tener bastantes amigos en el grupo. Admiten que
hay algunos conflictos, lo cual en sí
mismo no implica mala convivencia puesto que se trata de alumnos de 12 años que
suelen jugar e interactuar de forma que a veces pueda generarse algún conflicto
menor.
Entre los 29 alumnos hay cinco que son considerados
amables y serviciales con el resto de compañeros, destacando entre ellos 2
alumnos a los que cerca de un tercio considera respetuosos y de trato
agradable.
Cuando analizamos el sociograma, observamos que hay
3 alumnos con resultados a tomar en cuenta. Uno de ellos no despierta simpatías
ni antipatías, parece no pertenecer al grupo. Otro es rechazado por 14 de sus
compañeros (casi la mitad). Y un último caso que es rechazado por sólo 2
compañeros, pero no manifiesta preferencias, lo cual implica que no está
integrado en el grupo.
PROPUESTA
DE ACTUACIÓN
A mi modo de ver, trabajar en grupo en alguna/s
actividad/es ayudaría considerablemente a la integración de todos los alumnos.
Haría 5 grupos de trabajo poniendo como coordinadores de cada grupo a los
alumnos 20, 26, 16, 24 y 9. Uno de los trabajos podría tener como objetivo preparar una presentación sobre todas las
cosas que los miembros del grupo tienen en común y también sus peculiaridades,
de este modo los alumnos podrían reflexionar sobre el hecho de que todos somos
iguales y a la vez distintos y aprenderían también a valorar y apreciar
cualidades y aspectos desconocidos sobre sus compañeros.
SEGUIMIENTO
Pasadas 4 o 6 semanas, repetiría un cuestionario en
formato impreso de papel para averiguar si los intereses y amistades entre los
alumnos han variado, incluyendo preguntas sobre aspectos académicos pero también
más lúdicos y de tiempo libre, del tipo: “¿Con quién organizarías una acampada?”
o “¿Con quién diseñarías y pintarías un mural en la entrada del instituto?” o “¿Con
quién trabajarías en un proyecto de ciencias?”. Los alumnos buscarían “socios”
no sólo por afinidad, quizá también por sus habilidades y puntos fuertes.